viernes, 30 de abril de 2010

30 de abril - Cercano a todos, por encima de todos


El pastor de almas debe ser cercano a todos por la comprensión, debe elevarse por encima de todos en la contemplación, de tal modo que pueda acoger en sí, por el íntimo amor, la debilidad de los demás, y trascenderse a sí mismo, con la altura de la contemplación y el deseo de los bienes invisibles.
Anhelando a tales alturas, no desprecie la debilidad del prójimo, o viceversa, adaptándose a esta debilidad, no cese de anhelar tales alturas (...)
El comportamiento de los pastores debe ser tal, que sus fieles no teman revelarles sus secretos; así cuando los míseros son zarandeados por las olas de las tentaciones, recurren al corazón del pastor como los niños al regazo de la madre, y con la ayuda de sus exhortaciones, y con las lágrimas de sus oraciones, pueden ser lavadas las manchas de las culpas que sienten sobre ellos.

San Gregorio Magno
Regla Pastoral

jueves, 29 de abril de 2010

29 de abril - Creaturas angélicas


Te ruego, Bondad eterna, inefable Deidad, escucha a tu sierva y no mires la multitud de mis iniquidades.
Te pido que dirijas hacia ti el corazón y la voluntad de los ministros de la santa Iglesia, tu Esposa, para que te sigan a ti, Cordero degollado, pobre, humilde y manso, por la vía de la santísima Cruz, según el modo tuyo y no el de ellos.
Y sean creaturas angélicas, ángeles terrestres en esta vida; porque han de administrar el Cuerpo de tu Unigénito, Cordero inmaculado (...).
Únelos y báñalos, divina piedad, en el tranquilo mar de tu bondad, para qie no esperen más tiempo, perdiendo el que tienen, por el que no tienen.


Santa Catalina de Siena
Oraciones y elevaciones

miércoles, 28 de abril de 2010

28 de abril - Hombres libres para volar!


¿Qué te pido? ¡Liberos! Sacerdotes libres según tu libertad, desvinculados de todo, desapegados de padre, madre, hermanos, hermanas, parientes según la carne, amigos según el mundo; sin bienes, impedimentos y preocupaciones, incluso sin apegos a la propia voluntad.
¡Liberos! Hombres totalmente dedicados a ti por amor y disponibles a tu querer, hombres según tu corazón. No desviados ni entretenidos por proyectos propios (...), como jóvenes David con el bastón de la Cruz en la mano y la honda del rosario.
¡Liberos! Hombres semejantes a nubes elevadas sobre la tierra y saturadas de celestial rocío, dispuestas a volar dondequiera las impulse el soplo del Espíritu Santo (...)
¡Liberos! Personas siempre a tu disposición, siempre dispuestas a obedecerte en la llamada de los superiores, como Samuel (...) siempre dispuestas a correr y a soportar todo por ti como los Apóstoles (...).
¡Liberos! Verdaderos hijos de María, tu santa Madre, concebidos y engendrados por su amor, llevados por ella en su vientre, nutridos, educados con solicitud, sostenidos y enriquecidos por gracias (...)
¿Cuándo vendrá este diluvio de fuego del amor puro, que tienes que encender por toda la tierra?



San Luis María Grignon de Montfort
Oración encendida

martes, 27 de abril de 2010

27 de abril - La red de los que creen


Dios no tiene necesidad para su Iglesia de los grandes, sino de los pequeños, y quien entiende su llamada se hace pequeño y amigo de los pequeños. (...)
Sólo una Iglesia que sabe dirigir su invocación de Dios será capaz de oír la llamada de Dios. Sólo si nosotros dirigimos nuestras oraciones a Dios, escucharemos lo que Dios tiene que decirnos, recibimos de Dios lo que tiene que darnos. (...)
En fin, la vocación crece sólo allí donde encuentra la unidad, el amor mutuo. Muy a menudo falta una red de amor, de comunicación, de verdadero intercambio, para cada uno puede encontrar al Señor en el centro, y sí mismo en su lugar al lado del Señor, y en el todo. Cuando la red está floja y débil, los ésta debería retener en ella, pasan por ella. Necesitamos de la estrecha de los que creen en la llamada de Dios, para que la llamada sea recibida y vivida.

Klaus Hemmerle
Scelto per gli uomini

26 de abril - Cristo colma nuestros ceros


La virtud de la esperanza —seguridad de que Dios nos gobierna con su providente omnipotencia, que nos da los medios necesarios— nos habla de esa continua bondad del Señor con los hombres, contigo, conmigo, siempre dispuesto a oírnos, porque jamás se cansa de escuchar. Le interesan tus alegrías, tus éxitos, tu amor, y también tus apuros, tu dolor, tus fracasos. Por eso, no esperes en El sólo cuando tropieces con tu debilidad; dirígete a tu Padre del Cielo en las circunstancias favorables y en las adversas, acogiéndote a su misericordiosa protección. Y la certeza de nuestra nulidad personal —no se requiere una gran humildad para reconocer esta realidad: somos una auténtica multitud de ceros— se trocará en una fortaleza irresistible, porque a la izquierda de nuestro yo estará Cristo, y ¡qué cifra inconmensurable resulta!: el Señor es mi fortaleza y mi refugio, ¿a quién temeré?.



San Josemaría Escrivá de Balaguer
Amigos de Dios, punto 218

25 de abril - El amor más allá de todo amor


Queridos jóvenes seminaristas y religiosos, llegaréis a ser altares vivientes, sobre los cuales el amor sacrificial de Cristo se hace presente como inspiración y fuente de alimento espiritual para cuantos encontréis. Abrazando la llamada del Señor a seguirlo en castidad, pobreza y obediencia, habéis emprendido el viaje de un discipulado radical que os hará «signo de contradicción» (cf. Lc 2,34) para muchos de vuestros contemporáneos. Conformad cotidianamente vuestra vida a la auto-oblación amorosa del Señor mismo en obediencia a la voluntad del Padre. Así descubriréis la libertad y la alegría que pueden atraer a otros a ese Amor que va más allá de cualquier otro amor como su fuente y su cumplimiento último. No olvidéis jamás que la castidad por el Reino significa abrazar una vida completamente dedicada al amor.


BENEDICTO XVI
Homilía para la consagración de un altar en Sydney

24 de abril - Revalorizar el amor en la vida social


Para plasmar una sociedad más humana, más digna de la persona, es necesario revalorizar el amor en la vida social -a nivel político, económico, cultural- haciéndolo la norma constante y suprema de la acción. Si la justicia es de por sí apta para servir de "árbitro" entre los hombres en la recíproca repartición de los bienes objetivos según una medida adecuada, el amor en cambio, y solamente el amor (también ese amor benigno que llamamos "misericordia"), es capaz de restituir el hombre a sí mismo.
No se pueden regular las relaciones humanas únicamente con la medida de la justicia: el cristiano sabe que el amor es el motivo por el cual Dios entra en relación con el hombre. Por eso el amor es la forma más alta y más noble de relación de los seres humanos entre sí. El amor debe animar, pues, todos los ámbitos de la vida humana, extendiéndose igualmente al orden internacional. Sólo una humanidad en la que reine la "civilización del amor" podrá gozar de una paz auténtica y duradera.


Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia,
n.582

23 de abril - Hasta las raíces


Cristo nos revela que la vida divina es comunión trinitaria. Padre, Hijo y Espíritu viven en perfecta intercomunión de amor, el misterio supremo de la unidad. De allí procede todo amor y toda comunión para grandeza y dignidad de la existencia humana.
(...)
La comunión que ha de construirse entre los hombres abarca el ser, desde las raíces de su amor y ha de manifestarse en toda la vida, aún en su dimensión económica, social y política. Producida por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en la comunicación de su propia comunión trinitaria


Conferencia de Puebla
Documento final 212, 215

jueves, 22 de abril de 2010

22 de abril - Una vida más bella


¿Acaso no es éste el testimonio que tenemos que dar, viviendo cada uno como resucitados, viviendo la dinámica social trinitaria como Iglesia (un trozo de humanidad redimida y resucitada) para que los demás de millones de personas que no han conocido la Revelación puedan decir: «Ciertamente, la vida de los cristianos es más bella, más satisfactoria, más gratificante, más creativa que la nuestra»?
¿O deberíamos considerar como soñadores a Lucas en los Hechos y al Autor de la Carta a Diogneto cuando escribe que la vida de los cristianos, aun desarrollándose en la tierra, «revela las leyes extraordinarias y verdaderamente paradójicas de su república espiritual»?

SILVANO COLA
Scritti e testimonianze
Gen's, Grottaferrata 2007, p. 115

lunes, 19 de abril de 2010

19 de abril - La solución a todo problema


Debemos hacer que Dios viva en nosotros y el desbordarlo hacia los demás como un arroyo de vida y reavivar a los que están apagados.
Y mantenerlo vivo entre nosotros, amándonos.
Entonces revoluciona todo a su alrededor: la política y el arte, la escuela y el trabajo, la vida privada y la diversión. Todo.
Jesús es el hombre perfecto que resume en sí a todos los hombres y toda la verdad.
Y quién encontró a este hombre ha encontrado la solución para cada problema.

Chiara Lubich
Escritos Espirituales / 2
Ciudad Nueva, 1972 Roma, pp. 162-163

domingo, 18 de abril de 2010

18 de abril . La Iglesia, Trinidad en el tiempo


Dios no nos hizo para permanecer en los términos de la naturaleza ni para cumplir un destino solitario. Nos hizo para ser introducidos juntos en el seno de su vida trinitaria. Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nos hagamos uno en esta unidad de las Personas divinas.
Esta debe ser la "recapitulación", la "regeneración" y "consumación" de todo, y todo lo que nos hace salir de esto es engañoso.
Ahora, hay un lugar donde, ya desde esta tierra, comienza esta reunión de todos la Trinidad. Es la "Familia de Dios," extensión misteriosa de la Trinidad en el tiempo, que no sólo nos prepara para esta vía unitiva y nos da de ella la certeza firme, sino que, desde ya nos hace participar en ella. Ella, siendo la sola sociedad plenamente "abierta", es la única que está a la altura de nuestro íntimo deseo y en la cual, en fin, podemos conquistar todas nuestras dimensiones. De unitate Patris et Filii et Spiritus sancti plebs adunata (Cipriano): Esta es la Iglesia. Se trata de "plena de la Trinidad" (Orígenes).

Henri de Lubac
Méditation sur l'Eglise
Aubier Montaigne, Paris 1968, p. 195

viernes, 16 de abril de 2010

16 de abril - Volver a lo esencial


En contacto con los pueblos y las culturas de Asia, poco a poco me di cuenta que lo único que importa es la vida, es decir, comunicar la vida, y no tanto hacer discursos. Sentía la necesidad de "mediar" ciertas ideas, ciertos asuntos con la experiencia. (...)
Éramos una pequeña semilla, éramos pocos, pero nuestro compromiso diario fue decir: "Estamos aquí para dar a luz a Jesús entre nosotros." La única razón para permanecer juntos (...) para empezar y volver a empezar a vivir la Palabra, para intercambiar experiencias, para servir, era hacer posible esta presencia de Jesús, del Resucitado entre nosotros. (...)
Al ver la riqueza de estos pueblos y sus culturas religiosas, me dije: (...) no bastan las teorías, no bastan las filosofías, no bastan ni siquiera tantos aspectos culturales, si no somos capaces, como cristianos, ofrecer la presencia del Resucitado en medio de nosotros. (...)
Estoy convencido de que debemos volver a lo básico y volver a descubrir que si en los albores del cristianismo el kerigma era Jesús resucitado, también hoy en día no puede haber otro kerigma, otro anuncio, sino el Resucitado.



Toni Weber
Al servizio del Vangelo in Asia
Gen’s 28 (1988) pp. 50-51

jueves, 15 de abril de 2010

15 de abril - El legado para el siglo XXI


¡Cuántos mártires! Una multitud de mártires: mártires de la pureza, mártires de la justicia, niños mártires, mujeres y hombres mártires, pueblos mártires. Es un gran fresco que se despliega ante nuestros ojos: el de una humanidad cristiana, mansa, humilde, no violenta, que resiste al mal, débil y al mismo tiempo fuerte en la fe, que ha amado y creído más allá de la muerte. Esta humanidad martirizada es la esperanza para el siglo que estamos empezando a vivir.
Se trata de un patrimonio para nosotros los cristianos del siglo XXI: para abrazar y para elegir. Es un legado para abrazar en la vida cotidiana, en las pequeñas y grandes dificultades, en el despojarse de toda agresividad, de todo odio, de toda violencia. El legado de los mártires se acepta cada día en una vida llena de amor, mansedumbre, fidelidad. Isaac el Sirio escribió: "Déjate perseguir, pero tú no persigas. Déjate crucificar, pero tú no crucifiques. Déjate ultrajar, pero tú no ultrajes. "

Card. François-Xavier Van Thuan
Testimoni della speranza
Città Nuova, Roma 200810, pp. 147-148

martes, 13 de abril de 2010

13 de abril: Tomad y comed

«Accipite et manducate... Accipite et bibite… ». La autodonación de cristo, che tiene su fuente en la vida trinitaria del Dios-Amor, alcanza su expresión más alta en el sacrificio de la Cruz, del cual la Última cena es una anticipación sacramental.
No es posible repetir las palabras de la consagración sin sentirse implicados en este movimiento espiritual. En cierto sentido, es también sobre sí mismo de quien el sacerdote debe aprender a decir, con verdad y generosidad: “Tomad y comed”. Su vida, de hecho, tiene sentido si él se hace don, poniéndose a disposición de la comunidad y al servicio de cualquiera que esté necesitado.
Precisamente Jesús se esperaba esto de sus Apóstoles, como lo subraya el evangelista Juan narrando el lavatorio de los pies. También el pueblo de Dios se espera esto del sacerdote (…) El sacerdote actualiza en su propia carne aquel “tomad y comed” con el cual Cristo, en la Última Cena, se confió a sí mismo a la Iglesia.


Juan Pablo II
Lettera ai sacerdoti
Giovedì Santo 2005, n. 3

domingo, 11 de abril de 2010

11 de abril: Dios mismo nos alimenta

Todos los seres de la creación tienen necesidad de nutrirse para vivir; por esto el buen Dios ha hecho crecer los árboles y las plantas; es una bella mesa bien servida donde todos los animales vienen a tomar cada uno el alimento que les conviene.
Pero también el alma debe nutrirse… Cuando Dios quiso dar una nutrición a nuestra alma para sostenerla en la peregrinación de la vida, Él posó su mirada sobre la creación y no encontró nada que fuese digno. Entonces se replegó sobre sí y decidió darse él mismo… Oh, alma mía, cuánto eres grande, precisamente porque sólo Dios puede saciarte!
San Juan Maria Vianney
Scritti scelti
Città Nuova, Roma 1975, p. 95

viernes, 9 de abril de 2010

9 de abril - Como el sol


La Eucaristía es la vida para el individuo y para la sociedad humana, como el sol lo es para los cuerpos y para todo el globo terráqueo. Sin el sol, la tierra es estéril.
La astro del día obedece y está sometido al Sol Supremo, el Verbo Divino, Jesucristo, que ilumina a todos los hombres que vienen al mundo. Él, a través de la Eucaristía, el sacramento de la vida, actúa dentro de ellos, para dar forma así a las familias y las naciones.
La comunidad cristiana es una familia y el lazo que une a sus miembros es la Eucaristía.
La comunión eucarística nos revela, a través de el sentimiento más que la razón, todo lo que es nuestro Señor. Es aquí que tenemos con él las relaciones más íntimas, las relaciones que producen conocimiento real de lo que es. Es aquí donde Jesús se manifiesta a plenitud.


San Pierre-Julien Eymard
La présence réelle/1
Paris 1950, pp. 307-308

8 de abril - La Misa: muchos corazones... uno solo


La Misa es el acto central, original, de la sociedad cristiana; aquel por el cual cada uno de los bautizados, compaginados por el bautismo in "ecclesia", actuando como cuerpo, se presentan ante el altar como masa orgánica - sacerdotalmente - para rendir el máximo tributo sacrificial, y en él cumplen efectivamente la comunicación con el que es la cabeza: la comunión - la común unión - entre ellos y entre ellos y Dios.
En la Misa muchos corazones forman un solo corazón, muchas personas se unen místicamente, sintiendo la misma vitalidad y solidaridad hasta su raíz divina, viven su sociedad con lo divino, es el conglomerado - el cuerpo cristiano - que, a través de la acción de su ministro, lleva a cabo el acto que trae a Dios al hombre y eleva al hombre a Dios; introduce en las masa migrante en esta tierra fuerzas divinas, sacramentales, junto con referencias didácticas, del evangelio, y disuelve en el fuego sobre el altar, sus perezas e insidias.

IGINO GIORDANI
Noi e i preti
San Paolo, Roma 1942, p. 36

miércoles, 7 de abril de 2010

7 de abril - No más muros de separación


En la cruz —así dice san Pablo—, Cristo derribó el muro de separación. Dándonos su Cuerpo, nos reúne en su Cuerpo para hacer de nosotros uno. En la comunión del "Cuerpo de Cristo" todos llegamos a ser un solo pueblo, el pueblo de Dios, donde —por citar de nuevo a san Pablo— todos somos uno y ya no hay distinción, diferencia, entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y hebreo, sino que Cristo es todo en todos. Él derribó el muro de separación entre los pueblos, las razas y las culturas: todos estamos unidos en Cristo.



BENEDICTO XVI
Asamblea Eclesial de la Diócesis de Roma
26 de abril de 2009

martes, 6 de abril de 2010

6 de abril: Sacerdocio no ritual, sino existencial


El desarrollo de una cristologís sacerdotal (Carta a los Hebreos) y el delinearse de una eclesiología sacerdotal (1Pedro) (…) revela un cambio profundo en el modo de entender el culto y el sacerdocio: En vez de poner en un primer plano la expresión ritual, se nos hace estar atentos, ante todo, a la realización existencial.
El sacerdocio de Cristo no ha acontecido en una ceremonia, sino en un evento: el ofrecimiento de su vida.
El sacerdocio de la Iglesia no consiste en celebrar ceremonias, sino en la transformación de la existencia real abriéndola a la acción del Espíritu Santo y a los impulsos de la caridad divina. Desde este punto de vista, específicamente cristiano, los ministros ordenados están al servicio del sacerdocio común y no a la inversa.

Albert Vanhoye
Sacerdoti antichi e nuovo sacerdote
Elledici, Leumann (Torino) 1990, p. 242

lunes, 5 de abril de 2010

5 de abril: Ojos de Pascua


Lo que yo deseo para todos nosotros es que tengamos ojos de Pascua:

Capaces de mirar desde la muerte hasta la vida,

desde la culpa hasta el perdón,

desde la división hasta la unidad,

desde la llaga hasta el esplendor,

desde el hombre hasta Dios,

desde Dios hasta el hombre,

desde el yo hasta el tú.


Mons. Klaus Hemmerle