martes, 13 de abril de 2010

13 de abril: Tomad y comed

«Accipite et manducate... Accipite et bibite… ». La autodonación de cristo, che tiene su fuente en la vida trinitaria del Dios-Amor, alcanza su expresión más alta en el sacrificio de la Cruz, del cual la Última cena es una anticipación sacramental.
No es posible repetir las palabras de la consagración sin sentirse implicados en este movimiento espiritual. En cierto sentido, es también sobre sí mismo de quien el sacerdote debe aprender a decir, con verdad y generosidad: “Tomad y comed”. Su vida, de hecho, tiene sentido si él se hace don, poniéndose a disposición de la comunidad y al servicio de cualquiera que esté necesitado.
Precisamente Jesús se esperaba esto de sus Apóstoles, como lo subraya el evangelista Juan narrando el lavatorio de los pies. También el pueblo de Dios se espera esto del sacerdote (…) El sacerdote actualiza en su propia carne aquel “tomad y comed” con el cual Cristo, en la Última Cena, se confió a sí mismo a la Iglesia.


Juan Pablo II
Lettera ai sacerdoti
Giovedì Santo 2005, n. 3

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