miércoles, 7 de abril de 2010

7 de abril - No más muros de separación


En la cruz —así dice san Pablo—, Cristo derribó el muro de separación. Dándonos su Cuerpo, nos reúne en su Cuerpo para hacer de nosotros uno. En la comunión del "Cuerpo de Cristo" todos llegamos a ser un solo pueblo, el pueblo de Dios, donde —por citar de nuevo a san Pablo— todos somos uno y ya no hay distinción, diferencia, entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y hebreo, sino que Cristo es todo en todos. Él derribó el muro de separación entre los pueblos, las razas y las culturas: todos estamos unidos en Cristo.



BENEDICTO XVI
Asamblea Eclesial de la Diócesis de Roma
26 de abril de 2009

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