viernes, 30 de octubre de 2009

31 de octubre: Conservar el poder de los signos

Señor, imprégnanos de tu asumir frente a los otros tu actitud de quien se pone siempre a disposición. Enséñanos a hacer como tu: a despojarnos de las vestiduras (...)
Las vestiduras de las cuentas, delcálculo, del interés personal, para asumir la desnudez de la comunión. Las vestiduras de la mentalidad burguesa, para asumir la transparencia de la modestia, de la simplicidad, de la ligereza.
Las vestiduras del dominio, de la arrogancia, de la hegemonía, de laprevaricación, del acaparamiento, para recubrirnos del velo de la debilidad y de la pobreza,sabiendo bien que "pauper" no se opone tanto a "dives" cuanto a "potens".
Debemos abandonar los signos del poder para conservar el poder de los signos.


Tonino Bello

Stola e grembiule
Insieme, Terlizzi 1993, p. 25

30 de octubre: Servicio, no poder

La categoría que corresponde al sacerdocio no es, de hecho, aquella del poder (...) Se está completamente fuera de enfoque si se entiende el sacerdocio, el ministerio episcopal y el del Papa esencialmente como poder.
Por los evangelios sabemos que entre los Apóstoles hubo una disputa sobre quién debería ser el primero, que la tentación de transformar la propia condición de discípulo en posición de poder ya existía entonces, en los inicios, y continúa estando presente.
No se puede negar que esta tentación esté en toda generación, también en la actual. Contemporáneamente, sin embargo, aparece el gesto del Señor que lava los pies a los discípulos y los hace así capaces de sentarse a la mesa con Él, con Dios mismo. Coneste gesto explica qué entiende con el sacerdocio. Si a ustedes no les gusta, entonces no son sacerdotes-


Card. Joseph Ratzinger
San Paolo, Cinisello Balsamo 1997, p. 218

30 de octubre - Servicio, no poder

La categoría que corresponde al sacerdocio no es para nada la de del poder. (…) Se está completamente equivocado si se entienden el sacerdocio, el ministerio episcopal y el del Papa esencialmente como un poder.

Por los Evangelios sabemos que entre los apóstoles hubo una disputa sobre quien debería ser el primero, que la tentación de transformar en posición de poder la propia condición de discípulo, ya existía entonces y, existe todavía.

No se puede negar que esta tentación exista en toda generación, incluso en la actual. Contemporáneamente, sin embargo, tenemos el gesto del Señor que lava los pies a los discípulos y los hace capaces de sentarse a la mesa con Él, con Dio mismo. Con este gesto explica qué pretende con el sacerdocio. Si no les gusta, entonces ustedes no son sacerdotes.

Card. Joseph Ratzinger



Il sale della terra
Mappano (TO) 1997, p. 218
(La traducción es nuestra)

miércoles, 28 de octubre de 2009

29 de octubre - Otro tú


Cada Palabra de Dios es el mínimo y el máximo que él te pide, por lo cual cuando tú lees: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Mt 19,19) tienes la máxima medida de la ley fraterna.
El prójimo es otro tú, y como tal lo debes amar.
Si él llora, llorarás con él; y si ríe, con él reirás; y si ignora serás con él ignorante y si ha perdido su padre compartirás su dolor.
Él y tú son dos miembros de Cristo y que sufra uno o el otro es lo mismo para ti.
Porque para ti lo que vale es Dios que es padre de ambos.
Y no busques excusas para el amor. El prójimo es quienquiera que te pase al lado, pobre o rico, lindo o feo, ignorante o docto, santo o pecador, de tu patria o extranjero, sacerdote o laico; quienquiera.
Intenta amar a quien te roza en el momento presente de la vida y descubrirás en tu alma nuevos brotes de fuerza antes no conocidas: éstas darán sabor a tu vida y responderán a tus mil porqués.


Ciara Lubich
La Dottrina Spirituale
(La traducción es nuestra)

28 de octubre: Los tesoros de la parroquia


Cada parroquia tiene sus tesoros. los verdaderos tesoros son los pobres, los atribulados, los sufrientes, los enfermos y todas aquellas almas en las cuales el Espíritu Santo ha infundido copiosamente sus dones, de tal manera que ellos viven una vida de sufrimiento y oración.
(...)
Cada pastor bueno debe saber valorizar y hacer brotar el fruto pastoral de estos "tesoros" para su ministerio, parala salvación de las almas que le son confiadas.
Queremos en particular referirnos a los enfermos. Cada parroquia tiene sus enfermos. Enfermos crónicos que se consumen lentamente como las candelas y que esperan, crucificadas en sus lechos, la última hora de sus vidas; enfermos transitorios, enfermos ocasionales, etc.
El sacerdote, según el ejemplo de Jesucristo Maestro, que ha privilegiado a los pobres y enfermos, debe reservar sus preferencias para estos hijos suyos: "Estuve enfermo y me visitaste"


Don Alberione ai sacerdoti
Vita pastorale (Supplemento) 1996, p. 101.
(La traducción es nuestra)

lunes, 26 de octubre de 2009

27 de octubre - Compartir entre hermanos


San Juan dice: "Si uno tiene riquezas de este mundo y viendo a su hermano en necesidad le cierra su corazón, ¿cómo puede vivir en él el amor de Dios?". Es aquí donde comienza la caridad. Si no eres aun capaz de morir por tu hermano, sé al menos capaz de hacerlo partícipe de tus bienes. ¡La caridad mueva tu corazón y te haga actuar no por ostentación, sino por sobreabundancia de misericordia surgida del fondo de ti mismo y te haga atento a la miseria de tu hermano! Si no puedes dar de tu superfluo a tu hermano, ¿cómo podrás dar tu vida por él?
El dinero que llevas contigo puede ser robado por los ladrones y, si no vienen los ladrones, la muerte te separará de él, si no te separas estando vivo. ¿Qué debes hacer con él? Tu hermano tiene hambre, está necesitado: quizás espera ansiosamente, llevado a la estrechez por un prestamista. No posee nada, tu en cambio posees; es tu hermano, habéis sido juntamente redimidos, ambos por el mismo precio, ambos salvados por la sangre de Cristo: ten compasión deºél, tu que posees los bienes de este mundo.


San Agustín
Comentario a 1Jn 5, 12
(La traducción es nuestra)

domingo, 25 de octubre de 2009

26 de octubre - Abrazar el drama del mundo

Como arzobispo de Seúl, me preguntaba muchas veces: «Mi fe y mi vida son verdaderamente según el Evangelio?». La respuesta era más cercana al “No”, y sobre todo con respecto a la pobreza evangélica a la cual debería tender como sacerdote (…) De vez en cuando pensaba en mi oficio: «¿Por qué no puedo vivir con los pobres dejando el obispado?». (…)

Jesucristo, que es mi todo, vino como pobre y demostró el amor de Dios a los pobres, a los sufridos, a los marginados, luego murió en la cruz. Él no rompía una caña quebrada, no apagaba un pabilo humeante. (…)

Si Él hubiese nacido en esta época, habría nacido entre los mínimos, en una choza o o entre ranchos.
Simone Weil decía que tenía envidia de Jesús crucificado (…). Ella nació en París, en una familia hebrea rica, soñaba un mundo más humano y todos conviviendo en armonía. Dejó un futuro prometedor para compartir el dolor de los obreros. (…). Yo la envidio a ella que vivió "toda inflamada" abrazando con todo su ser el dolor y el drama del mundo.

Card. Esteban Kim

Fede e amore del Card. Kim Sou Hwan
Seoul 1997, pp. 432-433
(La traducción es nuestra)

sábado, 24 de octubre de 2009

25 de octubre: El valor de los pobres


La Iglesia está llamada a ser "abogada de la justicia y de los pobres" frente a las "intolerables desigualdades sociales y económicas" que "gritan al cielo".
(...)
(Opción preferencial por los pobres) significa que debe permear todas nuestras estructuras y prioridades pastorales. La Iglesia está llamada a ser sacramento de amor, de solidaridad y de justicia (...)
Es necesaria una disposición permanente, que se manifieste en elecciones y gestos concretos, evitando cualquier actitud paternalista. Se nos pide dedicar tiempo a los pobres, darles una atención amorosa, escucharlos con interes, escogerlos como compañeros (...), buscando juntos cómo transformar su situación.
Sólo la cercanía que nos hace amigos nos permite apreciar profundamente los valores de los pobres de hoy, sus legítimos anhelos y su modo específico de vivir la fe. Los pobres se convierten en sujetos de evangelización y de la promoción humana integral.

V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano,2007
Aparecida, nn. 395-398

24 de octubre: solidaridad universal

El llamado de Cristo a abrirse "al otro" (...) tiene un rayo de extensión siempre concreto y siempre universal. Respecta a cada uno porque se refiere a todos. La medida de este abrirse no es solamente -y no tanto- la cercanía al otro, cuanto propiamente sus necesidades: tuve hambre, tuve sed, estuve desnudo, en la cárcel, enfermo... Respondamos a este llamado buscando al hombre que sufre, buscándolo incluso más allá de las fronteras de los estados y los continentes. De este modo se crea - a través del corazón de cada uno de nosotros- aquella dimensión universal de la solidaridad humana. La misión de la Iglesia es custodiar esta dimensión: no limitarse a algunas fronteras, a algunas direcciones políticas, a algunos sistemas. Custodiar la universal solidaridad humana sobre todo con aquellos que sufren; conservarla con respecto a Cristo, quien ha establecido de una vez para siempre esta solidaridad con el hombre. "Porque el amor de Cristo nos empuja al pensamiento de que si uno murió por todos. Y él ha muerto por todos, para que aquellos que viven no vivan ya para sí mismos, sino para Aquel que por ellos murió y resucitó" (2Cor 5,14).

Juan Pablo II Audiencia General, 4 de abril de 1979

jueves, 22 de octubre de 2009

23 de octubre - La única grey es la humanidad!

El clero, por naturaleza, tiene la inclinación de hacerse la imagen de la Iglesia mediante la figura de una parroquia o un decanato, como una grey dominable de alguna manera con la mirada, sobre la cual ejercitar las propias funciones. Esta reciprocidad, en sí saturada, entre curador de almas y las personas que de tales curas son objeto, aparece como la prefiguración ideal, más aun, quizás ya real del "único pastor y de la única grey", caso éste que descuida el notar que el "unus pastor" no es el Papa, sino Cristo, y también que el "unus grex" non son la ovejitas en el ámbito de la Iglesia, sino la humanidad en su totalidad.
Esta imagen reductiva puede repercutir de manera infausta en varias direcciones, sobre todo provocando que la apertura de la Iglesia al mundo, el carácter misionero de ésta, dondequiera que esté, desaparezca.

Hans Urs von Balthasar

Sponsa Verbi, Esistenza Sacerdotale
Morcelliana, Brescia 1985, p. 402
(La traducción es nuestra)

miércoles, 21 de octubre de 2009

22 de octubre - Mi más hermosa catedral


Durante el viaje hacia el Norte de Vietnam, fui encadenado tres veces con un no católico, parlamentario, conocido como budista fundamentalista. La cercanía en la misma suerte ha incidido en su corazón (…); nos hicimos amigos.
En el barco, tuve oportunidad de establecer un diálogo con personas muy distintas: ministros parlamentarios, altas autoridades militares y civiles, religiosas (…).
En el campo, fui elegido como ecónomo, por servir a todos, servir la comida, procurar el agua caliente y cargar en las espaldas el carbón para la calefacción durante la noche, porque los demás me consideraban un hombre de confianza.
Jesús crucificado fuera de los muros de Jerusalén, al partir de Saigón me había hecho comprender que me debía enrolar en una nueva forma de evangelización, ya no como obispo de una diócesis, sino extra muros, como misionero ad extra… En la oscuridad de la fe, en el servicio, en la humillación, la luz de la esperanza ha cambiado mi visión: este barco, esta prisión, ya era mi más hermosa catedral.

Card. François-Xavier Van Thuan

Testimoni della speranza
Città Nuova, Roma 200810, pp. 106-107
(La traducción es nuestra)

21 de octubre - A costa de cualquier sacrificio

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios uno en la esencia y trino en las personas, mi principio primero y mi fin último, yo miserable pecador tomado por el más vivo sentimiento de adoración, de gratitud y de amor a tu bondad infinita, que por una gracia inestimable he tenido la fortuna de conocer; y conmovido a la vez, en lo más profundo de mi corazón (...), por tantos hermanos míos que no han recibido la luz de tu Palabra, he decidido, con tu ayuda, de entregarme a costa de cualquier sacrificio, de cualquier fatiga o incomodidad, incluso a costa de la vida, a trabajar por la salvación de aquellas almas que valen incluso toda la sangre de la redención.
Feliz el día en el que se me concederá sufrir mucho por una causa tan santa y piadosa; pero más feliz aquel día en que yo sea hallado digno de derramar por esta causa mi sangre y de hallar la muerte en esos tormentos!



Beato Giovanni Mazzucconi, mártir


Pregare per essere apostoli
Pime, Roma 1994, pp 150-151
(La traducción es nuestra)

martes, 20 de octubre de 2009

20 de octubre - El suelo para los hermanos

Quien se dispone a recibir la sagrada Ordenación se postra totalmente y apoya la frente sobre el suelo del templo, manifestando así su completa disponibilidad para asumir el ministerio que le es confiado. Este rito ha marcado profundamente mi existencia sacerdotal. Años más tarde, en la Basílica de San Pedro -estábamos al principio del Concilio- recordando el momento de la Ordenación sacerdotal, escribí una poesía de la cual quiero citar aquí un fragmento:
"Eres tú, Pedro. Quieres ser aquí el Suelo sobre el que caminan los otros... para llegar allá donde guías sus pasos...
Quieres ser Aquél que sostiene los pasos...".
Al escribir estas palabras pensaba tanto en Pedro como en toda la realidad del sacerdocio ministerial, tratando de subrayar el profundo significado de esta postración liturgica. En ese yacer por tierra en forma de Cruz antes de la Ordenación, acogiendo en la propia vida -como Pedro- la Cruz de Cristo y haciéndose con el Apostol "suelo" para los hermanos, está el sentido más profundo de toda la espiritualidad sacerdotal.

Juan Pablo II
Don y Misterio, El Suelo

domingo, 18 de octubre de 2009

19 de octubre - Paradoja social


A diferencia de los demás, el sacerdote está entre los hombres como el inmolado, que pertenece a todos: un esclavo público, para el uso de la comunidad. (…)
Encarna la paradoja social del cristianismo, en el cual el más humilde es el más alto y quién manda más, sirve más.

Igino Giordani

Cattolicità
Morcelliana, Brescia 1938, p. 216
(La traducción es nuestra)

19 de octubre - Razón de fecundidad

Jamás ninguno de nuestros auténticos misioneros se ha aventurado a la misión sin haber profundizado en sus meditaciones el misterio de la divina Redención, la cual, como no se obró sin la cruz de Jesús, así sin las cruces y los sufrimientos de sus apóstoles no continúa obrándose en las almas.
Sobre este punto, debemos tener definitivamente los mismos sentimientos de nuestro Señor si queremos ser sus misioneros genuinos y veraces. «Tened en vosotros los mismos sentimientos de Cristo Jesús... el cual para glorificar al Padre y salvar las almas se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz» (Fil 2, 5.8). (…)
Los hijos no se paren sin dolor. Fue muriendo en la cruz como Jesús nos parió a la vida eterna; fue a los pies de la cruz donde María llegó a ser nuestra madre. En el orden sobrenatural el dolor y, a menudo la muerte, son razón de fecundidad.


Beato Paolo Manna
Virtù apostoliche
Bologna 1997, pp. 223-224
(La traducción es nuestra)

sábado, 17 de octubre de 2009

17 de octubre - En el corazón mismo de la realidad

Las regiones, las naciones, las categorías sociales han tenido cada una sus apóstoles. Yo, oh Señor, por mi humildísima parte, quisiera ser el apóstol, y (por así decirlo) el evangelista de tu Cristo en el Universo. Quisiera, con las meditaciones, la palabra, con la práctica de mi vida entera, revelar y predicar las relaciones de continuidad que hacen, del Cosmos en el que nos movemos, un ambiente divinizado por la encarnación, divinizante por la comunión, divinizable por nuestra cooperación. Llevar al Cristo, en virtud de los lazos propiamente orgánicos, al corazón mismo de las Realidades consideradas más peligrosas,más naturalistas, más paganas, es mi Evangelio y mi misión.

Teilhard de Chardin

Il Sacerdote
Queriniana, Brescia 1991, pp. 36-37
(La traducción es nuestra)

jueves, 15 de octubre de 2009

16 de octubre - Respuesta al hambre oculta

Existe, en efecto, también en la moderna ciudad secularizada, en sus plazas, y en sus calles - donde parecen reinar la incredulidad y la indiferencia, donde el mal parece prevalecer sobre el bien, creando la impresión de la victoria de Babilonia sobre Jerusalén - un deseo escondido, una esperanza germinal, una conmoción de esperanza. Come se lee en el libro del profeta Amos, «vienen días - dice Dios, el Señor - en los cuales enviaré hambre a la tierra. No de pan, ni sed de agua, sino de oír la Palabra de Dios» (8, 11). A este hambre quiere responder la misión evangelizadora de la Iglesia.
Asimismo Cristo resucitado lanza el llamado a los apóstoles, titubeantes para salir de las fronteras de su horizonte protegido: «Por tanto, id a todas las naciones, haced discípulos [...] y enseñadles a obedecer todo lo que os he mandado» (Mt 28, 19-20). La Biblia está llena de llamadas a “no callar”, a “gritar con fuerza”, a “anunciar la Palabra en el momento oportuno e importuno” a ser guardianes que rompen el silencio de la indiferencia.

Sínodo de los Obispos 2008
Mensaje, 10


16 de octubre: SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE:

Este corazón divino es un abismo de todos los bienes en el que todos los pobres necesitan sumergir sus indigencias: es un abismo de gozo en el que hay que sumergir todas nuestras tristezas, es un abismo de humildad contra nuestra ineptitud, es un abismo de misericordia para los desdichados y es un abismo de amor, en el que debe ser sumergida toda nuestra indigencia

De las cartas de Santa Margarita María de Alacoque, virgen

miércoles, 14 de octubre de 2009

15 de octubre - El "primer" servicio


Con certeza el primer y más importante servicio que la Iglesia puede y debe realizar en favor del hombre concreto e histórico de hoy es la evangelización. Esto vale siempre, aun para el hombre consumista, hedonista, materialista, transgresor y religiosamente indiferente. El anuncio directo e kerygmático del Evangelio tiene y tendrá siempre una fuerza propia en cualquier situación humana, con la condición de que sea inculturado lo más posible y concretamente situado. (…)
«Nosotros no podemos callar» (Hech 4, 10), dijeron los apóstoles Pedro y Juan ante el Sanedrín. Igualmente nosotros, los pastores de hoy, no podemos callar. Debemos darle continuidad, valientemente y con mucho vigor, a la evangelización misionera, sin tener miedo a las resistencias, vengan de donde vengan. Solamente así seremos fieles a Jesucristo y podremos ofrecer un servicio insustituible al hombre de hoy, post-moderno, urbano y globalizado, el cual, como en todas las demás épocas de la historia, busca un sentido concreto para su existencia.

Card. Claudio Hummes

Sempre discepoli di Cristo
San Paolo, Milano 2002, pp. 73.159
(La traducción es nuestra)


15 de octubre: SANTA TERESA DE JESÚS
Dichoso el corazón enamorado
que en solo Dios ha puesto el pensamiento;
por él renuncia todo lo criado,
y en él halla su gloria y su contento.
Aun de sí mismo vive descuidado,
porque en su Dios está todo su intento,
así alegre pasa y muy gozoso
las ondas de este mar tempestuoso.

Santa Teresa
Poesías. Obras completas
Burgos 1988

Siempre que se piense de Cristo, nos acordemos del amor con que nos hizo tantas mercedes y cuán grande nos le mostró Dios al darnos tal prenda del que nos tiene: que amor saca amor. Procuremos ir mirando esto siempre y despertándonos para amar, porque, si una vez nos hace el Señor merced que se nos imprima en el corazón este amor, sernos ha todo fácil, y obraremos muy en breve y muy sin trabajo

Libro de su vida, cap. 22




14 de octubre - El aplauso verdadero


¿Elogiáis ahora estas palabras mías? Pero a mí no me hacen falta aplausos ni tumultuosas aclamaciones. Una sola cosa quiero: que vosotros, después de haber escuchado con calma y con atención, pongáis en práctica todo lo que os digo. Éste es para mí el aplauso, éste es el elogio que deseo.
Mas, si vosotros os limitáis a elogiar las palabras que se os dicen sin ponerlas en práctica, acarrearéis sobre vosotros una condena sumamente severa y un suplicio aun más grave, mientras nosotros seríamos burlados y cubiertos de vergüenza.
Esto no es un teatro ni vosotros estáis aquí sentados para ver comediantes y, por esto no estáis aquí sólo para aplaudir. Aquí hay un magisterio espiritual, una escuela de santidad: por tanto hay un solo estudio, una sola aspiración: poner en práctica cuanto se escucha y dar testimonio con las obras de vuestra obediencia. Sólo entonces me consideraré bien recompensado, mientras que ahora me encuentro casi reducido a la desesperación.



San Juan Crisóstomo
Comentario al Evangelio de Mateo
Homilía 17, 7
(La traducción es nuestra)

martes, 13 de octubre de 2009

13 de octubre - Palabras que "despierten"


Que comúnmente vemos que, cuanto acá podemos juzgar, cuanto el predicador es de mejor vida, mayor es el fruto que hace por bajo que sea su estilo, y poca su retórica, y su doctrina común, porque del espíritu vivo se pega el calor; pero el otro muy poco provecho hará, aunque más subido sea su estilo y doctrina. Porque, aunque es verdad que el buen estilo y acciones y subida doctrina y buen lenguaje mueven y hacen efecto acompañado de buen espíritu; pero sin él, aunque da sabor y gusto el sermón al sentido y al entendimiento, muy poco o nada de jugo pega a la voluntad; porque comúnmente se queda tan floja y remisa como antes para obrar, aunque haya dicho maravillosas cosas maravillosamente dichas, que sólo sirven para deleitar el oído, como una música concertada o sonido de campanas; mas el espíritu, como digo, no sale de sus quicios más que antes, no teniendo la voz virtud para resucitar al muerto de su sepultura.


San Juan de la Cruz
Subida del Monte Carmelo
Libro 3, 45, 4

lunes, 12 de octubre de 2009

12 de octubre - Palabras que sean un "flechazo"

Debemos tener en cuenta la duración de nuestro discurso; porque, si uno no es capaz de soportar largos discursos llevando muy lejos la exhortación o el regaño, terminamos aburriendo a quien nos escucha. Por lo cual el mismísimo ilustre predicador se dirige a los hebreos diciendo: "Les aconsejo hermanos, reciban con agrado esta palabra de exhortación: precisamente por esto les he escrito con mucha brevedad".
Esto les conviene sobre todo a los débiles: que escuchen pocas palabras, aquellas que estén en grado de entender, pero que sean un flechazo en su alma con el dolor del arrepentimiento. Porque si a ellos, al mismo tiempo se les dirige un discurso complejo de exhortación, como no están en grado de retenerlo todo, lo pierden todo.



San Gregorio Magno
Homilías sobre Ezequiel I

(La traducción es nuestra)

domingo, 11 de octubre de 2009

11 octubre - Lenguaje para todos

Alguno podrá decir: yo no tengo memoria y me falta la elocuencia para proclamar la Palabra de Dios. Me temo que esta excusa no puede servir de defensa en el tremendo juicio, a nosotros que sabemos bien cómo nuestro Señor ha elegido para anunciar su Palabra no a profesores y rectores, sino a pescadores sin instrucción y a guardianes de rebaños, del todo pobres y despreciables.
Igualmente, si uno encuentra en un sacerdote una elocuencia profana bella y del todo redundante (…) está ciertamente fuera de lugar, si se quisiera hablar en la iglesia ya que su exhortación no podrá ser comprendida por toda la grey del Señor,como conviene, sino que su discurso alcance a duras penas un exiguo número de personas cultas.
Por esto los obispos deben predicar a los fieles con un lenguaje sencillo y común que todos puedan entender,haciendo lo que dice el apóstol: «Yo me he hecho todo a todos, para ganarlos a todos», y según el santo y saludable consejo del beato Jerónimo que dice: «Conviene que el sacerdote que predica, provoque más a la contrición que al aplauso».

Cesario di Arles
Sermones 1, 15
(La traducción es nuestra)

sábado, 10 de octubre de 2009

10 de octubre - Santificarse para santificar


Juan María Vianney se santificaba para ser más apto para santificar a los demás. Ciertamente, la conversión sigue siendo el secreto de los corazones libres en sus decisiones y el secreto de la gracia de Dios. Mediante su ministerio el sacerdote ilumina a las personas, guiándolas en sus conciencias y dándoles los sacramentos. Estos sacramentos son, en efecto, actos del mismo Cristo, cuya eficacia no disminuye por las imperfecciones o por la indignidad del ministro. Pero el resultado depende también de las disposiciones personales de quien los recibe, y éstas son favorecidas en gran manera por la santidad personal del sacerdote, por su visible testimonio, así como por el misterioso intercambio de méritos en la comunión de los santos. San Pablo decía: «Suplo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia» (Col 1, 24). Podría decirse que Juan María Vianney quería, en cierto modo, arrancar a Dios las gracias de la conversión no solamente con sus oraciones, sino también con el sacrificio de toda su vida.


Juan Pablo II
Carta la los sacerdotes sobre el Santo cura de Ars
16 de marzo de 1986

viernes, 9 de octubre de 2009

9 de octubre - Ser "voz" de la Palabra

La predicación cristiana no proclama "palabras", sino la Palabra, y el anuncio coincide con la persona misma de Cristo (...).

Por tanto, un auténtico servicio a la Palabra requiere por parte del sacerdote que tienda a una profunda abnegación de sí mismo, hasta decir con el Apóstol: "Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí". El presbítero no puede considerarse "dueño" de la palabra, sino servidor. Él no es la palabra, sino que, como proclamaba san Juan Bautista, (...) es "voz" de la Palabra.

Ahora bien, para el sacerdote ser "voz" de la Palabra (...) supone un sustancial "perderse" en Cristo, participando en su misterio de muerte y de resurrección con todo su ser: inteligencia, libertad, voluntad y ofrecimiento de su cuerpo, como sacrificio vivo (cf. Rm 12, 1-2). Sólo la participación en el sacrificio de Cristo, en su kénosis, hace auténtico el anuncio.


Benedicto XVI

Catequésis de la Audiencia General

24 de junio de 2009

miércoles, 7 de octubre de 2009

8 octubre - Antídoto contra clericalismo


El clericalismo
es esa deformación
-claramente combatida por Jesús- a la cual están expuestos todos los "profesionales" de la religión, y se manifiesta en el sentirse superiores o en el predicar para los demás sin vivir a fondo ellos mismos o en la búsqueda de privilegios y reconocimientos, etc. Son todas expresiones de la debilidad humana que se encuentran en cada ámbito social y por lo tanto, es lamentablemente inevitable que se den también en el ámbito religioso.
Nosotros no debemos preocuparnos de ser ni clericalistas ni anticlericalistas, sino más bien esforzarnos por revivir en nosotros la vida de Jesús, para tender cada vez más a lo que dice San Pablo: «No soy yo quien vivo, es Cristo quien vive en mí» (Gal 2, 20). Aquí se encuentra el mejor antídoto contra el clericalismo.

Pasquale Foresi

Colloqui. Risposte sulla spiritualità dell’unità
Città Nuova, Roma 2009, p. 73

(La traducción es nuestra)

martes, 6 de octubre de 2009

7 de octubre - La belleza del Evangelio conquista

No basta deplorar y denunciar las fealdades de nuestro mundo. No basta ni siquiera, para nuestra época desencantada, hablar de justicia, de deberes, de bien común, de programas pastorales, de exigencias evangélicas.
Hay que hablar de eso con un corazón lleno de amor compasivo, haciendo experiencia de aquella caridad que da con alegría y que suscita entusiasmo; hay que irradiar la belleza de lo que es verdadero y justo en la vida, porque sólo esta belleza conquista en verdad los corazones y los dirige hacia Dios.
Card. Carlo Maria Martini

Cartas Pastorales 1999-2000
(La traducción es nuestra)

6 de octubre - Hablamos porque hemos encontrado


Todos sabemos cuán difícil es para un joven de hoy vivir como cristiano. El contexto cultural, el contexto mediático, ofrece un camino muy diferente al de Cristo. Parece incluso que hace imposible ver a Cristo como centro de la vida y vivir la vida como Jesús nos la muestra. Sin embargo, también creo que muchos perciben cada vez más la insuficiencia de todas esas propuestas, de ese estilo de vida, que al final deja vacíos (...).
Los jóvenes deben percibir que no decimos palabras que no hayamos vivido antes nosotros mismos, sino que hablamos porque hemos encontrado y tratamos de encontrar de nuevo cada día la verdad como verdad para nuestra vida. Para que nuestras palabras sean creíbles y tengan una lógica visible y convincente, es preciso que nosotros mismos sigamos ese camino, que nosotros mismos tratemos de que nuestra vida corresponda a la del Señor.


Benedicto XVI
Al clero de Roma
7 de febrero de 2008

domingo, 4 de octubre de 2009

5 de octubre - Cada uno un modelo


Tanto el campesino que ara la tierra mientras alza de continuo su corazón a Dios, como el carpintero, el herrero, el oficinista, el intelectual —todos los cristianos— han de ser modelo para sus colegas, sin orgullo, puesto que bien claro queda en nuestras almas el convencimiento de que únicamente si contamos con El conseguiremos alcanzar la victoria: nosotros, solos, no podemos ni levantar una paja del suelo. Por lo tanto, cada uno en su tarea, en el lugar que ocupa en la sociedad ha de sentir la obligación de hacer un trabajo de Dios, que siembre en todas partes la paz y la alegría del Señor. "El perfecto cristiano lleva siempre consigo serenidad y gozo. Serenidad, porque se siente en presencia de Dios; gozo, porque se ve rodeado de sus dones. Un cristiano así verdaderamente es un personaje real, un sacerdote santo de Dios". (San Clemente Alejandrino)


San Josemaría Escrivá De Balaguer
Amigos de Dios, punto 70

sábado, 3 de octubre de 2009

4 de octubre - Son mis señores


De este modo me concedió el Señor a mí, el hermano Francisco, (…) y me da tanta fe en los sacerdotes, que viven conforme a las normas de la santa Iglesia romana, por razón de su ordenación, que, si me persiguieren, quiero acudir a ellos mismos.
Y, aunque yo tuviese tanta sabiduría como la que tuvo Salomón, y encontrase a los sacerdotes pobrecillos de este mundo en las parroquias en que viven, no quiero predicar contra su voluntad.
Y a ellos y a todos los demás quiero amar y honrar como a señores míos. Y no quiero fijarme en si son pecadores, porque yo descubro en ellos al Hijo de Dios, y son mis señores. Y lo hago por esta razón: porque lo único que veo corporalmente, en este mundo, de ese mismo Altísimo Hijo de Dios, es su santísimo cuerpo y su santísima sangre, que ellos reciben y sólo ellos administran a los demás.


San Francisco de Asís
Testamento

viernes, 2 de octubre de 2009

3 de octubre - Maestros porque son testigos

Para la Iglesia el primer medio de evangelización consiste en un testimonio de vida auténticamente cristiana, entregada a Dios en una comunión que nada debe interrumpir y a la vez consagrada igualmente al prójimo con un celo sin límites. "El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan (...) o si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio". San Pedro lo expresaba bien cuando exhortaba a una vida pura y respetuosa, para que si alguno se muestra rebelde a la palabra, sea ganado por la conducta. Será sobre todo mediante su conducta, mediante su vida, como la Iglesia evangelizará al mundo, es decir, mediante un testimonio vivido de fidelidad a Jesucristo, de pobreza y desapego de los bienes materiales, de libertad frente a los poderes del mundo, en una palabra de santidad.



Pablo VI
Evangelii Nuntiandi 41

2 de octubre - Hacer ver a Jesús


"Queremos ver a Jesús"(Jn 12,21). Esta petición, hecha al apóstol Felipe por algunos griegos que habían acudido a Jerusalén para la peregrinación pascual, ha resonado también espiritualmente en nuestros oídos en este Año jubilar. Como aquellos peregrinos de hace dos mil años, los hombres de nuestro tiempo, quizás no siempre conscientemente, piden a los creyentes de hoy no sólo "hablar"de Cristo, sino en cierto modo hacérselo "ver". ¿Y no es quizás cometido de la Iglesia reflejar la luz de Cristo en cada época de la historia y hacer también resplandecer su rostro ante las generaciones del nuevo milenio?


Jan Pablo II



Novo Millenio Ineunte 16

jueves, 1 de octubre de 2009

1° de octubre - Mi vocación es el amor



Siento la vocación de sacerdote. ¡Con qué amor, Jesús te llevaría en mis manos cuando, al conjuro de mi voz, bajaras del cielo...! ¡Con qué amor te entregaría a las almas...! Pero, ¡ay!, aun deseando ser sacerdote, admiro y envidio la humildad de San Francisco de Asís y siento en mí la vocación de imitarle renunciando a la sublime dignidad del sacerdocio. (…)
La caridad me dio la clave de mi vocación. Comprendí que si la Iglesia tenía un cuerpo, compuesto de diferentes miembros, no podía faltarle el más necesario, el más noble de todos ellos. Comprendí que la iglesia tenía un corazón, y que ese corazón estaba ardiendo de amor.
Comprendí que sólo el amor podía hacer actuar a los miembros de la Iglesia; que si el amor llegaba a apagarse, los apóstoles ya no anunciarían el Evangelio y los mártires se negarían a derramar su sangre...
Comprendí que el amor encerraba en sí todas las vocaciones, que el amor lo era todo...
Entonces,al borde de mi alegría delirante, exclamé: ¡Jesús, amor mío..., al fin he encontrado mi vocación! ¡Mi vocación es el amor...!
...En el corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el amor.

Santa Teresa di Lisieux
Obras completas, Burgos 1988, 259-261