viernes, 9 de octubre de 2009

9 de octubre - Ser "voz" de la Palabra

La predicación cristiana no proclama "palabras", sino la Palabra, y el anuncio coincide con la persona misma de Cristo (...).

Por tanto, un auténtico servicio a la Palabra requiere por parte del sacerdote que tienda a una profunda abnegación de sí mismo, hasta decir con el Apóstol: "Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí". El presbítero no puede considerarse "dueño" de la palabra, sino servidor. Él no es la palabra, sino que, como proclamaba san Juan Bautista, (...) es "voz" de la Palabra.

Ahora bien, para el sacerdote ser "voz" de la Palabra (...) supone un sustancial "perderse" en Cristo, participando en su misterio de muerte y de resurrección con todo su ser: inteligencia, libertad, voluntad y ofrecimiento de su cuerpo, como sacrificio vivo (cf. Rm 12, 1-2). Sólo la participación en el sacrificio de Cristo, en su kénosis, hace auténtico el anuncio.


Benedicto XVI

Catequésis de la Audiencia General

24 de junio de 2009

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