miércoles, 21 de octubre de 2009

21 de octubre - A costa de cualquier sacrificio

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios uno en la esencia y trino en las personas, mi principio primero y mi fin último, yo miserable pecador tomado por el más vivo sentimiento de adoración, de gratitud y de amor a tu bondad infinita, que por una gracia inestimable he tenido la fortuna de conocer; y conmovido a la vez, en lo más profundo de mi corazón (...), por tantos hermanos míos que no han recibido la luz de tu Palabra, he decidido, con tu ayuda, de entregarme a costa de cualquier sacrificio, de cualquier fatiga o incomodidad, incluso a costa de la vida, a trabajar por la salvación de aquellas almas que valen incluso toda la sangre de la redención.
Feliz el día en el que se me concederá sufrir mucho por una causa tan santa y piadosa; pero más feliz aquel día en que yo sea hallado digno de derramar por esta causa mi sangre y de hallar la muerte en esos tormentos!



Beato Giovanni Mazzucconi, mártir


Pregare per essere apostoli
Pime, Roma 1994, pp 150-151
(La traducción es nuestra)

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