miércoles, 14 de octubre de 2009

14 de octubre - El aplauso verdadero


¿Elogiáis ahora estas palabras mías? Pero a mí no me hacen falta aplausos ni tumultuosas aclamaciones. Una sola cosa quiero: que vosotros, después de haber escuchado con calma y con atención, pongáis en práctica todo lo que os digo. Éste es para mí el aplauso, éste es el elogio que deseo.
Mas, si vosotros os limitáis a elogiar las palabras que se os dicen sin ponerlas en práctica, acarrearéis sobre vosotros una condena sumamente severa y un suplicio aun más grave, mientras nosotros seríamos burlados y cubiertos de vergüenza.
Esto no es un teatro ni vosotros estáis aquí sentados para ver comediantes y, por esto no estáis aquí sólo para aplaudir. Aquí hay un magisterio espiritual, una escuela de santidad: por tanto hay un solo estudio, una sola aspiración: poner en práctica cuanto se escucha y dar testimonio con las obras de vuestra obediencia. Sólo entonces me consideraré bien recompensado, mientras que ahora me encuentro casi reducido a la desesperación.



San Juan Crisóstomo
Comentario al Evangelio de Mateo
Homilía 17, 7
(La traducción es nuestra)

No hay comentarios:

Publicar un comentario