miércoles, 21 de octubre de 2009

22 de octubre - Mi más hermosa catedral


Durante el viaje hacia el Norte de Vietnam, fui encadenado tres veces con un no católico, parlamentario, conocido como budista fundamentalista. La cercanía en la misma suerte ha incidido en su corazón (…); nos hicimos amigos.
En el barco, tuve oportunidad de establecer un diálogo con personas muy distintas: ministros parlamentarios, altas autoridades militares y civiles, religiosas (…).
En el campo, fui elegido como ecónomo, por servir a todos, servir la comida, procurar el agua caliente y cargar en las espaldas el carbón para la calefacción durante la noche, porque los demás me consideraban un hombre de confianza.
Jesús crucificado fuera de los muros de Jerusalén, al partir de Saigón me había hecho comprender que me debía enrolar en una nueva forma de evangelización, ya no como obispo de una diócesis, sino extra muros, como misionero ad extra… En la oscuridad de la fe, en el servicio, en la humillación, la luz de la esperanza ha cambiado mi visión: este barco, esta prisión, ya era mi más hermosa catedral.

Card. François-Xavier Van Thuan

Testimoni della speranza
Città Nuova, Roma 200810, pp. 106-107
(La traducción es nuestra)

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