domingo, 25 de octubre de 2009

26 de octubre - Abrazar el drama del mundo

Como arzobispo de Seúl, me preguntaba muchas veces: «Mi fe y mi vida son verdaderamente según el Evangelio?». La respuesta era más cercana al “No”, y sobre todo con respecto a la pobreza evangélica a la cual debería tender como sacerdote (…) De vez en cuando pensaba en mi oficio: «¿Por qué no puedo vivir con los pobres dejando el obispado?». (…)

Jesucristo, que es mi todo, vino como pobre y demostró el amor de Dios a los pobres, a los sufridos, a los marginados, luego murió en la cruz. Él no rompía una caña quebrada, no apagaba un pabilo humeante. (…)

Si Él hubiese nacido en esta época, habría nacido entre los mínimos, en una choza o o entre ranchos.
Simone Weil decía que tenía envidia de Jesús crucificado (…). Ella nació en París, en una familia hebrea rica, soñaba un mundo más humano y todos conviviendo en armonía. Dejó un futuro prometedor para compartir el dolor de los obreros. (…). Yo la envidio a ella que vivió "toda inflamada" abrazando con todo su ser el dolor y el drama del mundo.

Card. Esteban Kim

Fede e amore del Card. Kim Sou Hwan
Seoul 1997, pp. 432-433
(La traducción es nuestra)

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