domingo, 23 de mayo de 2010

23 de mayo: Con fuerza arrolladora


Cuando los discípulos estaban reunidos con María, el Espíritu Santo descendió sobre ellos con vehemencia y ellos hablaron palabras de vida con una fuerza arrolladora y convencieron a miles de hombres a que siguieran a Jesús. Y bautizaron y edificaron la Iglesia.
Con María... Era la presencia del amor. De un amor nuevo.
Si los cristianos nos amásemos como si María, nuestra Madre, estuviese entre nosotros, creo que tendríamos una mayor comprensión de la Palabra de Dios predicada por los sucesores de los apóstoles, y ésta penetraría en nosotros y en los demás tan fuertemente, que desencadenaría alrededor de nosotros la revolución cristiana.


Chiara Lubich

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