La sabiduría del Evangelio no comporta castas; una humilde criada puede saber más que un teólogo. El Cura de Ars más que Lamennais. "Uno solo es vuestro Maestro, vosotros sois todos hermanos" , dijo Jesús; y para que todos seamos hermanos, uno solo tiene que ser el Maestro, como único es el Padre. Y su magisterio es éste: que todos somos hermanos. Por eso quien tiene funciones más altas, está situado más bajo: los criterios del mundo se ven invertidos porque permanece el nivel del amor, de la fraternidad.
Bajo esta gracia, esta generosidad produce una ascesis radical: o todo o nada. Dios es todo. Dios solo. Quien acepta (...), acepta el Evangelio; o sea, deja padre, madre, campos, su propia alma, para llenar el vacío con el Espíritu de Dios. Y toma la cruz para domar su Yo.
Igino Giordani
Memorias de un Cristiano Ingenuo, 222-223
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