miércoles, 10 de marzo de 2010

10 de marzo - Misteriosa real solidaridad


Quien pertenece a Cristo debe vivir plenamente toda la vida de Cristo. Debe crecer hasta la madurez de Cristo, (…) pasar por el Getsemani y por el Gólgota. Y todos llos sufrimientos que le puedan venir desde afuera son nada en comparación con la noche oscura del alma, cuando la luz divina no brilla más y la voz del Señor no se oye más. Dios está siempre allá , pero está escondido.
Los sufrimientos y la muerte del Cristo prosiguen en su cuerpo místico y en cada uno de sus miembros. Sufrir y morir es el destino de cada hombre. Pero si él es miembro del cuerpo de Cristo,su sufrir y su morir asumen a través de la divinidad de su Cabeza un valor expiatorio, co-redentor. (…)
Así, quien está ligado a Cristo persevera inquebrantable aun en la noche oscura de lasubjetiva lejanía de Dios y ausencia; Quizae la economía divina de la salvación emplea sus tormentos para liberar a alguno que objetivamente está encadenado al pecado. Po tanto ¡voluntas tua! Aun y, más aun en el seno de la noche más tenebrosa.

Edith Stein
La vita come totalità
Città Nuova, Roma 1990, pp. 204-205

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