martes, 9 de marzo de 2010

9 de marzo - Socialidad divina, socialidad humana


Yo soy persona en grado máximo, en el momento en el cual libre y conscientemente afirmo al otro aun a costa de mi vida; dinamismo que Jesús expresa con estas palabras: «Nadie tiene amor más grande que aquel que da la vida» por los demás. En otras palabras: nadie es tan yo, tan persona como aquel que para salvar la trascendencia del otro se trasciende a si mismo negándose.
Ésta, que es la ley de la socialidad divina tal como lo reveló y lo vivió Jesús, es – y no podría no serlo – la misma ley de la socialidad humana y de cualquier forma de vida. El mismo Jesús nos ha ayudado a comprenderla: el grano de trigo no es sí mismo sino volviéndose espiga, pero se hace espiga sólo pasando por una especie de muerte; y dice además: « Quien piensa sólo en salvar su propia vida, la perderá, quien está dispuesto a sacrificarla … la salva».

Silvano Cola
Scritti e testimonianze
Gen’s, Grottaferrata 2007, p. 63

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