viernes, 19 de marzo de 2010

19 de marzo - Siervo por amor


Este es el secreto de la grandeza de San José, que bien concuerda con su humildad: el haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio al misterio de la Encarnación y a la misión redentora a éste conectada; el ahaber usado la autoridad legal, que le correspondía sobre la sagrada familia, para hacerle el don total de sí, de su vida, de su trabajo; el haber convertido su humana vocación al amor doméstico en la sobrehumana oblación de sí, de su corazón y de toda capacidad suya al servicio del Mesías germinado en su casa, su hijo nominal e hijo de David, pero en realidad hijo de María e hijo de Dios.
Si a alguien se le debe atribuir la máxima evangélica "servir por amor", es a San José, quien se nos presenta de ella revestido, como del perfil que lo define, como del esplendor que lo glorifica; servir a Cristo fue su vida, servirlo en la humildad más profunda, en la dedicación más completa, servirlo con amor y por amor.

Pablo VI
Homilía del 19 de marzo de 1967

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