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Ámense unos a otros con afecto fraterno, compitan en el estimarse recíprocamente.
Alegrense con quienes están alegres, lloren con quienes lloran.
Tengan los mismos sentimientos unos con otros; no aspiren a grandezas, sino busquen más bien lo humilde.
No se hagan una idea demasiado alta de ustedes mismos.
No devuelvan mal por mal.
Procuren obrar el bien ante todos los hombres.
Carta a los Romanos 12, 10. 15-17
Este pensamiento me ha cambiado la dirección de este día. Amanecía con poco entusiasmo... las lluvias, el frío, las nubes.... el día casi oscuro por fuera... y por dentro con pocas ganas de hacer "algo".
ResponderEliminarPero al leer este pensamiento de hoy: …"Alégrense con quienes están alegres, lloren con quienes lloran", ha dado un vuelco a todo: me di cuenta que un huésped de mi casa, estaba un poco enfermo con el estomago.... he tratado de interesarme por él, lo he acompañado al hospital, después juntos hemos ido a buscar medicina, etc... Es una experiencia que aun en medio de estas nubes de invierno brilla la alegría dentro...
Y, sin darme cuenta me doy cuenta que tengo tantas ganas de seguir haciendo muchas cosas mas, y con mas alegría…
p. Emeterio