sábado, 5 de diciembre de 2009

5 de diciembre - Según el modelo de la Iglesia primitiva


Es necesario, con todo, que (los sacerdotes) examinen a la luz de la fe todo lo que se les presenta, para usar de los bienes según la voluntad de Dios (...).
No tengan, por consiguiente, el beneficio como una ganancia, ni empleen sus emolumentos para engrosar su propio caudal (...).
Más aún, siéntanse invitados a abrazar la pobreza voluntaria, para asemejarse más claramente a Cristo y estar más dispuestos para el ministerio sagrado. Porque Cristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, para que fuéramos ricos con su pobreza. Y los apóstoles manifestaron, con su ejemplo, que el don gratuito de Dios hay que distribuirlo gratuitamente, sabiendo vivir en la abundancia y pasar necesidad. Pero incluso una cierta comunidad de bienes, a semejanza de la que se alaba en la historia de la Iglesia primitiva, prepara muy bien el terreno para la caridad pastoral.


Concilio Ecuménico Vaticano II
Presbyterorum Ordinis, 17

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