miércoles, 30 de diciembre de 2009

27 de diciembre - Solidaridad entre sacerdocio y familia

El sacerdocio debe santificar a la familia; la familia debe alimentar al sacerdocio. Y ambos se corresponden para bien o para mal: cuanto más se eleva la dignidad de la familia más se dignifica el sacerdocio; y decae el sacerdocio cuanto más decadente es el aprovisionamiento de reclutas desde la familia.
Eliminen la acción del sacerdocio y tendrán la descomposición de las familias por adulterio, divorcio y aborto; quiten la castidad familiar y no tendrán más sujetos dignos de enviar a los seminarios o a las casas de formación religiosa. O se sostienen recíprocamente o caen juntos: rige entre los dos una solidaridad humana y divina.
Si nosotros laicos, viéramos de nuevo al sacerdocio y al estado religioso en esta luz, reabriremos las puertas de nuestras casas al soplo íntimo de la Iglesia, que es el Espíritu de Dios. Quitemos las barreras interpuestas al fluir de la vida moral y espiritual y revivamos no sólo energías marginales de la Iglesia sino su totalidad.

Igino Giordani
Laicato e sacerdozio
Città Nuova, Roma 1964, p. 149
(La traducción es nuestra)

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