lunes, 7 de diciembre de 2009

7 de diciembre - Por la familia universal

La llamada de Jesús implica aquí claramente, el desapego de la familia natural como condición para entrar a formar parte de una nueva familia, sobrenatural. Jesús no dice que no se deba amar y honrar al padre y a la madre – ni una coma o tilde de la Ley deben caer –; es que la vocación implica el desapego total de la familia para ir a anunciar el reino de Dios.
Y aquí, me parece, que encontramos implícito el lazo profundo que existe entre entre la llamada al sacerdocio y el celibato, porque el desapego de la familia particular está implícito en la vocación a seguir a Jesús por el bien de la familia universal.
Visto así, el celibato no es una renuncia; podemos verlo negativamente sólo si no ponemos de relieve que aquel que es llamado está destinado a llegar a ser en Jesús “padre de todos los creyentes”, a engendrarlos como hermanos de toda la familia humana.


Pasquale Foresi

Problematica d’oggi nella Chiesa
Città nuova, Roma 1970, pp. 95-96
(La traducción es nuestra)

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