domingo, 17 de enero de 2010

18 de enero: desarmarse


Es preciso desarmarse.
Esta guerra yo la he hecho. Por años y años.
Ha sido terrible. Mas ahora estoy desarmado.
Non tengo más miedo de nada,
porque “el amor excluye el miedo”.
Estoy desarmado de la voluntad de triunfar,
de justificarme por encima de los demás.
No estoy más alerta,
celosamente apegado a mis riquezas.
Acojo y comparto. No defiendo paricularmente mis ideas, mis proyectos.
Si me hacen otras propuestas mejores,
Las acepto voluntariamente (…)
Aquello que es bueno, verdadero, real, en donde esté,
es siempre lo mejor para mí.
Por eso no tengo más miedo.
Cuando no se posee ya nada
no se tiene miedo.
“¿Quién nos separará del amor de Cristo?” (…)
Mas si nos desarmamos, si nos despojamos, si nos abrimos al Dios-Hombre
que hace nuevas todas las cosas,
Entonces corresponde a él cancelar el mal pasado
y restituirnos en un tiempo nuevo donde todo es posible

Patriarca ecuménico Atenagoras I
Atenagora Chiesa ortodossa e futuro ecumenico
Morcelliana, Brescia 1995, pp. 209-211

No hay comentarios:

Publicar un comentario