Somos todos personas en formación y, en un sentido real, nos estamos edificando y reedificando recíprocamente.
Pero cuán a menudo las relaciones personales son dañadas por juicios apresurados, parciales o exagerados.
Debemos ayudarnos unos a otros y dejar el juicio final a la Paciencia divina.
Una de las más grandes promesas en el Nuevo Testamento es que nosotros hemos sido acogidos por el amor de Dios.
Tratemos de ser ministros del saber recibirse.
George Herbert
Inviti alla Preghiera
Meriden-Stinehour Press, Cincinnati (USA) 1989, p. 23
(La traducción es nuestra)
17 maggio - Croce, libro di sapienza
Hace 14 años
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