La Iglesia, como “comunidad de amor”, está llamada a reflejar la gloria del amor de Dios, que es comunión, para atraer a las personas y a los pueblos a Cristo (…).
La Iglesia no crece por proselitismo sino «por “atracción”: como Cristo “atrae a todos a sí” con la fuerza de su amor».
La Iglesia “atrae” cuando vive en comunión, porque los discípulos de Jesús serán reconocidos si se aman los unos a los otros como él los ha amado (cf Rm 12, 4-13; Jn 13, 34).
Conferencia de Aparecida (2007)
Documento conclusivo
n. 159
17 maggio - Croce, libro di sapienza
Hace 14 años
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