domingo, 28 de febrero de 2010
28 de febrero - Confiaza plena en cada circunstancia
sábado, 27 de febrero de 2010
27 de febrero - Éxitos y fracasos: siempre "gracias"
Agradece a Dios por los éxitos y, con un corazón alegre, agradécele igualmente por los fracasos, porque Dios quiere probarte para ver si trabajas por él o por voluntad tuya.
viernes, 26 de febrero de 2010
26 de febrero - El gran ideal: Jesús crucificado
miércoles, 24 de febrero de 2010
25 de febrero - Venganza de amor
24 de febrero - Impulso de reformas sin acusaciones
martes, 23 de febrero de 2010
23 de febrero - Hacer nuestros los dolores de la Iglesia
lunes, 22 de febrero de 2010
22 de febrero - Acoger la crisis de la alteridad
domingo, 21 de febrero de 2010
21 de febrero - el designio de Dios en las pruebas
sábado, 20 de febrero de 2010
20 de febrero - Tesoro en vasos de barro
viernes, 19 de febrero de 2010
19 de febrero - Existencia sacerdotal, existencia cristiana
jueves, 18 de febrero de 2010
18 de febrero - El valor de hablar y de callar
miércoles, 17 de febrero de 2010
17 de febrero - La obediencia permite ver
Nunca lograrás ver si no eres obediente …
Si eres sordo a la voz de quien manda, también serás ciego.
Obedece con el afecto del corazón, para poder ver con el ojo de la contemplación …
Dios pone su mirada en el corazón cuando en quien obedece infunde la luz de la contemplación.
San Antonio de Padua
Discursos II
martes, 16 de febrero de 2010
16 de febrero - Libertad de sí mismo
lunes, 15 de febrero de 2010
15 de febrero: El "centro" común de los sacerdotes
domingo, 14 de febrero de 2010
14 de febrero - La misión de Pedro: servir a la unidad
"Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo". A esta inspirada profesión de fe por parte de Pedro, Jesús replica: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (...). A ti te daré las llaves del reino de los cielos". Es la primera vez que Jesús habla de la Iglesia, cuya misión es el cumplimiento del plan grandioso de Dios de reunir en Cristo a toda la humanidad en una única familia.
La misión de Pedro y de sus sucesores consiste precisamente en servir a esta unidad de la única Iglesia de Dios formada por judíos y paganos de todos los pueblos; su ministerio indispensable es hacer que no se identifique nunca con una sola nación, con una sola cultura, sino que sea la Iglesia de todos los pueblos, para hacer presente entre los hombres, (...) la paz de Dios y la fuerza renovadora de su amor. Por tanto, la misión particular del Papa,
viernes, 12 de febrero de 2010
13 de febrero - Una relación de hijos
12 de febrero - Como las cuerdas a la lira
Más que nadie [el obispo], tiene la gracia de comprender las necesidades de la Iglesia local de la cual él es fundamento y pastor
Es amando sinceramente a su propio obispo, es haciéndose completamente uno con él, es ofreciéndose disponible y obediente a él, como hizo Jesús con su Padre, como el sacerdote comprenderá la manera de ejercer mejor su ministerio y el cómo encargarse con el obispo de las necesidades de la diócesis. (…)
Que se pueda repetir para los sacerdotes el elogio de San Ignacio de Antioquía a los Efesios: «Vuestro colegio presbiteral, justamente famoso, digno de Dios, está armónicamente unido al obispo como las cuerdas a la lira».
Chiara Lubich
Il sacerdote oggi, il religioso oggi
Gen’s 12 (1982/6) p. 5
jueves, 11 de febrero de 2010
11 de febrero: Divinizarse en la unidad
El mal del mundo, como el de las almas y de la Iglesia en sus sacerdotes, proviene solo de la falta de unidad, del hecho de que se separan de su centro para lanzarse sobre otros espejismos, (...) porque se alejan de su base esencial, de aquello que debe ser su único centro ¡La unidad!
El florecer que caracteriza a la Iglesia es la unidad: esa unidad desconocida por muchos y por otros poco apreciada, que constituye en cambio el reflejo de la divinidad y que no es sólo uno de los atributos de Dios, sino mucho más: ¡Es la esencia misma de Dios, la unidad!
Por lo tanto, si los sacerdotes quieren ser coherentes con su fin, con su vocación divina, deben divinizarse en la unidad.
Yo sueño con la perfección de esta unidad de los sacerdotes. Unión de obediencia, sí; pero aún más, unión de sentimientos, de almas, de deseos por la gloria de Dios.
Concepción Cabrera de Armida
Sacerdoti di Cristo
Cità Nuova, Roma 2008, p. 469
miércoles, 10 de febrero de 2010
10 de febrero: El presbiterio, fuerza de unión
La unión entre los presbíteros y los obispos es particularmente necesaria en nuestros días, dado que hoy , por diversos motivos, las empresas apostólicas no sólo deben revestir múltiples formas, sino también trascender los límites de una parroquia o una diócesis.
Ningún presbítero está por tanto en condición de realizar a fondo la propia misión si actúa solo y por cuenta propia, sin unir las propias fuerzas a aquéllas de los otros presbíteros, bajo la guía de aquéllos que gobiernan la Iglesia
(…)
Cada uno de los presbíteros está, por tanto, ligado a los hermanos con el vínculo de la caridad, de la oración y de la colaboración en las formas más diversas, manifestando así aquella unidad con la cual Cristo quiso que los suyos fuesen una sola cosa para que el mundo sepa que el Hijo ha sido enviado por el Padre.
Concilio ecumenico Vaticano II
Presbyterorum ordinis 7-8
martes, 9 de febrero de 2010
9 de febrero: La forma comunitaria del Ministerio
El ministerio sacerdotal tiene una "radical forma comunitaria" y puede ser asumido sólo como una "obra colectiva".
(...)
El ministerio de los presbíteros es sobre todo comunión y colaboración responsable y necesaria al ministerio del Obispo, en la solicitud por la Iglesia universal y por cada Iglesia particular, al servicio de las cuales ellos constituyen con el Obispo un único presbiterio.
Cada uno de los sacerdotes, sea diocesano o religioso, está unido a los otros miembros de este presbiterio, sobre la base del sacramento del Orden, por particulares vínculos de caridad apostólica, de ministerio y de fraternidad.
De hecho, todos los presbíteros, diocesanos o religiosos, participan del único sacerdocio de Cristo Cabeza y Pastor,"trabajan por la misma causa, la cual es la edificación del Cuerpo de Cristo, la cual exige múltiples funciones y nuevas adaptaciones, sobre todo en estos tiempos", y se enriquece en el curso de los siglos con siempre nuevos carismas.
Juan Pablo II
Pastores dabo vobis, 17
domingo, 7 de febrero de 2010
7 de febrero - Renuncia a la autonomía
En el Evangelio de Juan encontramos muy a menudo estás palabras de Jesús: «Lo que yo os digo no viene de mí sino del Padre ..., las obras que yo hago no son mías sino del Padre ...».
Jesús parece renunciar a toda autonomía frente al Padre; pierde toda autonomía, mas es Jesús, esa persona humano-divina, encarnada en la historia, aparentemente condicionada por la cultura y por las estructuras del tiempo, pero realmente libre, tanto que fue capaz de ofrecer la propia vida y morir "por" la humanidad.
Y nadie tiene amor más grande,es decir, nadie es tan cercano a la perfección de Dios, como quien da la vida por los demás. Ahora bien, el dar la vida implica el desapego de sí mismos y de las personas, renunciar a los propios bienes y a las propias ideas, a la propia cultura, a la propia formación espiritual, a las propias iniciativas. En fin, vivir los consejos evangélicos. (…)
¿Qué es entonces la obediencia sino pobreza: no ser, y no tener? ¿Qué es la obediencia sino castidad, es decir ser sencillos, privados de apegos a sí mismos y a los demás y a las cosas?
Silvano Cola
Scritti e testimonianze
Gen’s, Grottaferrata 2007, p. 75
sábado, 6 de febrero de 2010
6 de febrero - Transparencia de Jesús
Los presbíteros son llamados a prolongar la presencia de Cristo, único y supremo Pastor, siguiendo su estilo de vida y siendo como una transparencia suya en medio del rebaño que les ha sido confiado. (...)
Los presbíteros son, en la Iglesia y para la Iglesia, una representación sacramental de Jesucristo, Cabeza y Pastor, proclaman con autoridad su palabra; renuevan sus gestos de perdón y de ofrecimiento de la salvación, principalmente con el Bautismo, la Penitencia y la Eucaristía; ejercen, hasta el don total de sí mismos, el cuidado amoroso del rebaño, al que congregan en la unidad y conducen al Padre por medio de Cristo en el Espíritu. En una palabra, los presbíteros existen y actúan para el anuncio del Evangelio al mundo y para la edificación de la Iglesia, personificando a Cristo, Cabeza y Pastor, y en su nombre.
Juan Pablo II
Pastores dabo vobis, 15
viernes, 5 de febrero de 2010
5 de febrero- El significado y la realidad
El clero debe predicar la Palabra, pero la predicación no es la forma de la Palabra de Dios, sino sólo su mediación. el Evangelio no sirve a la predicación y no es una mina y un tesoro de citaciones para el orador desde el púlpito, la predicación tiene en cambio una función introductoria al Evangelio, como es en sí mismo.
Lo mismo vale para el catecismo y para todos los demás expedientes de la instrucción cristiana (…).
Lo mismo vale, desde otro plano, igualmente para la liturgia en su totalidad y en sus elementos particulares: por muy importante que sea que el pueblo cristiano celebre de manera digna el memorial de la pasión de Cristo, es igualmente esencial (…) que éste, a través de todas las ceremonias, encuentre enseguida el significado y la realidad y no vea nunca en el factor ceremonial, por bello y digno que pueda ser, la meta y el fin.
Hans Urs von Balthasar
Sponsa Verbi, Esistenza Sacerdotale
Morcelliana, Brescia 1985, p. 403
(La traducción es nuestra)
jueves, 4 de febrero de 2010
4 de febrero - El "yo" del sacerdote en el "yo" de Cristo
El sacerdote entonces, podrá ser tal sólo sólo si habita en la intimidad de Cristo, unido totalmente a su vida y a su amor; y si por esta unión suya con Cristo, también él llega a ser el despojado de sí mismo, el mínimo, el pobre, el casto.
Cuando el sacerdote dice "yo", debe identificarse con el yo de Cristo, porque Cristo mismo quiere decir "yo" en él.
Klaus Hemmerle
Il sacerdote oggi
Gen’s 12 (1982/6) p. 11
miércoles, 3 de febrero de 2010
3 de febrero - Sacramento del origen
En la Iglesia cada uno viene de Cristo, por haber sido bautizado en él y por haber recibido el don de su Espíritu. Cada uno lleva consigo - al menos cuando da testimonio de lo que fue puesto como base - a Jesucristo, lleva Jesucristo a la comunidad eclesial. Por lo tanto, cada uno es en cierto modo "punto de partida" de la Iglesia.(…)
Mas, esto no hace para nada superflua la repraesentatio Christi capitis (“presencia” de Cristo cabeza) para la unidad de la Iglesia (…). Una representación donada a la Iglesia para mantenerla vinculada con el origen y en la unidad, como sacramento de este origen.
Klaus Hemmerle
Entre diócesis e Iglesia universal
Internationale Katholische Zeitschrift 1974, n° 1, p. 29
martes, 2 de febrero de 2010
2 de febrero - María, guardiana de la libertad y la igualdad
Para una madre, los hijos son sencillamente hijos, antes y más allá de sus tareas y roles; para María los miembros de Cristo son sencillamente el hijo suyo, ése que fue aceptado al pie de la cruz (cf Jn 19, 26), antes y más allá de lo que tendrán que hacer en la distinción de sus tareas, en y para la Iglesia.
Diría que en María resplandece el ser en su pureza, de donde brota el hacer – la multiplicidad en el obrar –, pero que, como el ser, no se agota en las obras ni se identifica en ellas.
Ella, con el Padre, es la guardiana de la libertad y de la igualdad dentro del pueblo de Dios. (…) Igualdad que no es aplastamiento porque tiene su fuente en la vida trinitaria, donde cada uno de los Tres es el Único y, por lo tanto, igual a los Otros Dos, pero en una existencia irrepetible.
Giuseppe Maria Zanghí
Dio che è Amore
Città Nuova, Roma 20043, pp. 139.141
lunes, 1 de febrero de 2010
1 de febrero - Todos miembros de los otros
Ciertamente toda la Iglesia de Dios está estructurada en grados jerárquicos, distintos de manera que los diversos miembros constituyan. Mas «todos – como dice el Apóstol – somos en Cristo una cosa sola», por lo cual ninguno está despegado de la función asignada al otro y, no existe parte por pequeña que sea que no esté en contacto directo con la cabeza.
Es pues, sobre la unidad de la fe y del bautismo, o mis amados, donde se fundan el divisible vínculo social que existe entre nosotros y la dignidad que a todos nosotros nos pertenece,según la expresión tan autorizada y santa del apóstol san Pedro: «Y vosotros también, como piedras vivas, construíos en modo de formar una casa espiritual, un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, gratos a Dios,por medio de Jesucristo»; y más adelante: «Pero vosotros sois estirpe elegida, sacerdocio real, nación sacra, pueblo de redimidos»
San León Magno
Homilías 4, 1
31 de enero - El Dios de la juventud y de la alegría
Dos son los principales engaños con los cuales el demonio quiere alejar a los jóvenes de la virtud.
El primero es ponerles en la mente que el servir al Señor consista en una vida melancólica y alejada de toda diversión y placer. No es así, queridos jóvenes. Yo quiero enseñarles un método de vida cristiano, que sea al mismo tiempo alegre y contento, mostrándoles cuáles son las verdaderas diversiones y los verdaderos placeres, para que puedan ustedes decir con el santo profeta David: sirvamos al Señor en santa alegría, servite Domino in laetitia. (…)
El otro engaño es la esperanza de una larga vida con la comodidad de convertirse en la vejez o al borde de la muerte. (…) ¡Quién nos asegura poder llegar a viejos? Habría que tener un pacto con la muerte para que nos espere hasta ese tiempo, pero la vida y la muerte están en las manos del Señor. Que si Dios les concediese una larga vida, escuchen lo que les dice: el camino que un hijo tiene en la juventud, se continúa en la vejez hasta la muerte. (…) Si nosotros comenzamos ahora una vida buena, buenos seremos en los avanzados años, buena nuestra muerte y principio de una eterna felicidad.
San Juan Bosco
Opere Edite/2
LAS, Roma 1976, pp. 185-188
30 de enero - El Espíritu lleva al valor esencial
Dios es comunión trinitaria, y con los hombres creados por él no tiene otro fin que constituirlos en una comunión semejante la suya.
Silvano Cola
Scritti e testimonianze
Gen’s, Grottaferrata 2007, p. 56