viernes, 12 de febrero de 2010

12 de febrero - Como las cuerdas a la lira



Más que nadie [el obispo], tiene la gracia de comprender las necesidades de la Iglesia local de la cual él es fundamento y pastor
Es amando sinceramente a su propio obispo, es haciéndose completamente uno con él, es ofreciéndose disponible y obediente a él, como hizo Jesús con su Padre, como el sacerdote comprenderá la manera de ejercer mejor su ministerio y el cómo encargarse con el obispo de las necesidades de la diócesis. (…)
Que se pueda repetir para los sacerdotes el elogio de San Ignacio de Antioquía a los Efesios: «Vuestro colegio presbiteral, justamente famoso, digno de Dios, está armónicamente unido al obispo como las cuerdas a la lira».

Chiara Lubich
Il sacerdote oggi, il religioso oggi
Gen’s 12 (1982/6) p. 5

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