domingo, 21 de febrero de 2010

21 de febrero - el designio de Dios en las pruebas


Queridísimo y dulcísimo hermano, mientras estés circundado de golpes, mientras estás castigado por los los golpes y la corrección de Dios, no dejes desesperar tu corazón, no se te salga ni un lamento o murmuración. La amargura de la melancolía no te envuelva completamente, la pusilanimidad no te ponga nervioso.
Reine siempre la serenidad en tu rostro y la alegría en tu corazón, y resuene en tu boca el agradecimiento.
Hay que alabar pues, el designio divino que golpea momentáneamente a los suyos con el fin de liberarlos de los flagelos eternos. Deprime para elevar, corta para curar, aterra para aliviar.

San Pedro Damián
Cartas
Libro 8, 6

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